44 mujeres fueron asesinadas en 2016, aunque hay ocho casos que se están investigando. En el primer mes de 2017 varias mujeres han perdido la vida a manos de sus parejas o exparejas

El año 2017 comenzó de la peor manera posible: el 1 de enero una mujer fue asesinada por su pareja en Rivas Vaciamadrid (Madrid) tras recibir una puñalada convirtiéndose en la primera víctima de violencia de género del año. Su muerte llegó horas después de despedir 2016, en el que al menos 44 mujeres fueron asesinadas por sus parejas o exparejas -frente a las 60 de 2015-, una cifra que podría aumentar a 53 si se confirman los ocho casos que la policía sigue investigando. A un día de que termine enero, seis mujeres han perdido la vida.

Estas cifras demuestran una vez más que la violencia de género es una lacra que ningún Gobierno ha sabido atajar y en que existen daños colaterales que a veces no se evalúan, como el bebé de solo 45 días que murió a manos de su padre en junio de 2016 y los 26 niños y adolescentes que han quedado huérfanos de madre.

Fue el día de Año Nuevo cuando Nelson E.P.T., un joven colombiano de 20 años, asesinó a puñaladas en Madrid a su pareja, Matilde C.H. y de origen español. El crimen tuvo lugar pasadas las 22:00 horas del 31 de diciembre en el domicilio que ambos compartían. La gravedad de las heridas obligó a que la mujer, de 40 años, tuviera que ser trasladada al hospital Gregorio Marañón, donde murió en la madrugada del 1 de enero. Según informó la Guardia Civil, existía orden de alejamiento desde noviembre de 2016 a raíz de una denuncia por malos tratos por parte de la fallecida. Contaba con antecedentes, la mayoría por amenazas, y otra orden de alejamiento por otro delito de malos tratos a otra mujer.

Estranguló a su pareja y luego la tiró al río

Ese mismo día, a las 9:00 horas y también en Madrid, una mujer peruana de 24 años caía desde un cuarto piso en el barrio de Hortaleza. Tres días después, su asesino ingresaba en prisión. Se trataba de un hombre de nacionalidad dominicana imputado por delitos de homicidio, maltrato habitual, lesiones y quebrantamiento de medidas cuatelares, ya que tenía una orden de alejamiento sobre otra mujer que le impedía estar en el mismo piso en el que arrojó al vacío a esta joven.

Enero no ha dado tregua. Menos de dos semanas después, Antonia G.A., de 33 años, fue degollada por su expareja en Huércal de Almería. La víctima no había interpuesto ninguna denuncia contra él aunque sí contaba con antecedentes por violencia de género ajenos a este caso. De hecho, tenía cuatro órdenes de alejamiento de cuatro parejas anteriores. Pero quizá el asesinato más escabroso de todo fue el que ocurrió en el segundo fin de semana de enero cuando Francisco Javier N.J. asesinó a su pareja, Blanca Esther M., y luego tiró su cuerpo al río Ulzama a la altura de Arre, en Navarra. Los bomberos no encontraron el cadáver hasta tres días después. Según confesó el asesino, la estranguló después de una acalorada discusión alegando que se encontraba influenciado por el alcohol. Tras matarla, mantuvo su cuerpo en la vivienda que ambos compartían al menos 12 horas mientras pensaba qué hacer con el cadáver. Horas después de tirarlo al agua se entregó a la policía.

Asesinó a su mujer y luego intentó suicidarse

A estos cuatro asesinatos, hay que sumar los dos últimos que se han producido este fin de semana. El sábado 28 de enero una mujer ecuatoriana fue encontrada muerta y con signos de violencia en su casa de Seseña (Toledo). Aunque la Guardia Civil está investigando la autoría del suceso y no se ha confirmado aún si se trata de un caso de violencia de género, su pareja ha sido detenida.

La última víctima de enero perdió la vida este domingo tras ser asfixiada por su marido, José A.L., de 59 años. Se trata de Virginia F.V., de 55 años, que murió en su domicilio de O Carballiño (Orense) después de que su pareja amenazara la semana pasada con suicidarse desde el tejado de la vivienda y autolesionarse con un cuchillo, lo que obligó a la policía a personarse allí. Después de cometer el asesinato, el hombre se autolesionó haciéndose varios cortes en el cuello que no revirtieron gravedad alguna. En esta ocasión la mujer tampoco había denunciado malos tratos.

Fuente: elconfidencial.com

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