Homofobia – El alcalde de Terrassa, Jordi Ballart, ha vivido otro episodio de discriminación homosexual, después de las amenazas que recibió el pasado mes de agosto. Esta vez, ha recibido una carta anónima en que se lo critica para pretender remunicipalizar el servicio de agua de la ciudad y, por otra parte, le dedica toda una serie de insultos inadmisibles, escritos con una ortografía bastante deficiente, como el siguiente: «Quiere ir con trapicheos a la empresa de las aguas de Terrassa para limpiarse la boca y el culo con el mariconazo de su marido». Toda una muestra de intolerancia.
El mensaje que ha recibido Ballart se dirige a él como «el alcalde» -así, en cursiva- con una clara voluntad de desautorizarlo en el cargo. Acto seguido, se exponen tres críticas al alcalde bastante mal escritas. Por una parte, le recuerda «que «los maricones» no se han «leído» la Ley de Normalización Lingüística, en un intento de apelar el uso de la lengua española y la lengua catalana.
Justo después, hace una segunda petición: «Quiere mangonear a la empresa de las aguas de Terrassa para limpiarse la boca y el culo con el mariconazo de su marido». En último término, después de este segundo comentario homófobo, llega un tercer comentario en que le pide que «distinga la ley de todos de la ley de su ley de mangoneo».
Ballart no ha tardado en hacer pública la misiva y en criticarla a través de las redes sociales: «Por muchos anónimos y campañas de difamación», ha apuntado al alcalde de Terrassa, asegura que persistirá en la vía de remunicipalizar el agua para que en la cocapital vallesana, deje de ser «un negocio privado», ha explicado a Twitter.
No es la primera vez
El alcalde de Terrassa ya denunció haber recibido amenazas e insultos homófobos el pasado mes de agosto. En aquel contexto, los mensajes fueron una respuesta a la retirada del nombre en la calle «Salvador Gros», un voluntario de la División Azul. Entre las palabras que le dedicaba el homófobo a los mensajes destacaron: «Más vale que no té cruces cono migo que té pateo la cara» (sic) y «Maricón de mierda».
Fuente: elnacional.cat