sextorsión

Se acuerda de Olvido Hormigos? Aquella concejal de un municipio toledano se grabó un vídeo erótico, lo envió a un amigo y, después, esa imagen se viralizó. Esa conducta obligó a legislador a introducir un nuevo delito en el Código Penal: el “sexting”. Es decir, está castigado difundir imágenes íntimas de una persona. Gonzalo G. R., un veinteañero de la capital, tiene el dudoso honor de ser uno de los primeros condenados en la provincia por hechos similares. Le acaban de imponer 720 euros de multa por enviar fotos de su expareja. La sentencia también considera a este joven autor de cinco delitos de amenazas otro de allanamiento de morada, por los que se le castiga con cien días de trabajos en beneficio de la comunidad y diez meses de prisión, que no cumplirá, pues carece de antecedentes previos.

Gonzalo fue detenido a principios del pasado mes de febrero, después de que la víctima presentara en la Comisaría una denuncia contra él. La chica relató que estaba viviendo un infierno desde que terminó la relación con el que había sido su pareja sentimental durante tres años. El noviazgo se terminó a mediados del año 2016 y, desde entonces, el acusado cometió diversas conductas de acoso, tal y como se especifica en la sentencia. Así, tiraba piedras contra la ventana de su casa y amenazaba a varios de los amigos de ella. A principios de año, dio un paso más. A través de mensajes de móvil, envió a familiares de la víctima varias fotos íntimas de la joven, que él tenía en su poder por haberlas obtenido cuando eran novios. Además, también amagó con mandar esas imágenes a más personas.

El 17 de enero, Gonzalo G. R. llamó varias veces a la casa de su expareja. Cogió el teléfono su madre. El acusado le dijo que iba a matar a su hija “esa misma tarde”. La escalada de violencia fue creciendo. Cinco días después de esa amenaza, el joven entró sin permiso en el domicilio de su excompañera. Se negó a abandonar el inmueble hasta varias horas después. El 27 de enero, volvió a llamar a la chica para pedirle sus cosas. Ella le respondió que no tenía nada suyo y él le aseguró que nunca le iba a entregar las fotos íntimas. Por la tarde, volvió a telefonearla para amenazarla de muerte. El 31 de enero, volvió a enviar más fotos íntimas de su expareja, en esta ocasión al novio de la chica, al que también llegó a esgrimir una navaja ese mismo día cuando, casualmente, se cruzó con él. La Policía detuvo a Gonzalo G. R. Fue puesto a disposición judicial. Desde el principio, reconoció los hechos. En la sentencia se establece que los cometió debido “al consumo frecuente y abusivo de bebidas alcohólicas y sustancias tóxicas”. Ha sido condenado con diez meses de cárcel, 720 euros de multa, 100 días de trabajo en beneficio de la comunidad y casi seis años de alejamiento. La resolución, dictada por conformidad, es firme.

Fuente: diariojaen.es

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