Violencia de Genero

María A.H. se enfrenta a casi cinco años de prisión y una multa de 19.300 euros por presentar una denuncia falsa contra su ex marido. Así lo considera la Fiscalía y la acusación particular, que representa a su ex pareja, en el juicio que empezó este miércoles en la Audiencia de Barcelona y en el que también se siente en el banquillo una psicóloga por un delito de falso testimonio contra reo en causa penal cometido por perito. Para ella, la Fiscalía pide una pena de tres años de cárcel y multa de 7.300 euros, además de 10 años de inhabilitación para ejercer su profesión.

La pareja estuvo casada ocho años hasta que en 2010 se separó y fruto de su relación en 2006 nació su hijo. Según el escrito del Ministerio Público, en abril de 2011 la madre denunció ante los Mossos d’Esquadra que el padre abusaba sexualmente del menor por lo que pedía que se suspendiese el régimen de visitas. La denuncia iba acompañada de un informe psicológico elaborado por la psiquiatra procesada que «manifestaba mendazmente» que el niño sufría diversos síntomas como fatiga, ansiedad. tartamudeo, falta de concentración, vómitos, aislamiento, regresión o miedo a bañarse, según indica el fiscal. En la sesión del juicio celebrado este miércoles, la psicóloga acusada ha relatado como el niño le relató que había sufrido estos abusos por parte del padre durante la realización de un test y que así lo hizo constar ya que la madre le dijo que iba a denunciar.

Fruto de la denuncia presentada, el padre fue detenido e imputado por un delito de abusos sexuales por un juzgado, y tuvo que estar varios años con una orden de alejamiento del menor. Dentro de este procedimiento, el juez de instrucción acordó que el niño fuese explorado por el Equipo de Asesoramiento Técnico Penal que lo atendió dos en dos ocasiones en las que estaba la psicóloga como perito de parte, aunque ella remarcó que acudió acompañando a la madre como porque el menor era su paciente.

El informe de este equipo técnico detalla que «el menor no exteriorizaba de forma espontánea ninguna situación de abuso sexual ni de maltrato reconociendo que lo que había explicado no había ocurrido sino que lo había aprendido o bien declarando que no lo recordaba», como destaca el fiscal. Por eso, los peritos concluyeron que el menor no tenía síntomas de haber sufrido estos abusos ni había sido «preservado del conflicto de los adultos» por lo que no podían descartar que se le hubiera sometido «a un interrogatorio sugestivo». Las acusaciones indican que dos días después de la última exploración por parte del equipo técnico, la madre presentó un informe de la psicóloga en el que se aseguraba que el menor tuvo que ser visitado por los servicios de Urgencia ante un «estado depresivo y lloroso» y que la visita no se hizo «en las circunstancias adecuadas» por lo que pedían otra cita.

En febrero de 2012 el juzgado de instrucción archivó la causa contra el padre y unos meses después la Audiencia de Barcelona la confirmó, por lo que quedó sin efecto la medida cautelar de suspensión de las visitas. En abril de ese mismo año el padre denunció a la psicóloga al Colegio de Psicólogos de Cataluña que abrió un expediente y acabó sancionándola para ejercer su profesión durante 15 días. En el juicio, la psicóloga, defendida por el letrado Daniel Salvador, ha declarado que no le dejaron recurrir la sanción y que se ha dado de baja del colegio.

También ha negado que se pusiese de acuerdo con la madre para realizar un informe culpando al padre de los abusos al menor, igual que hizo la otra procesada en el juicio. En este sentido, la madre ha reconocido que presentó cinco denuncias contra su ex tras el divorcio y que por una de ellas él tenía una orden de alejamiento, pero que no impidió que viese a su hijo. «Quería que tuviesen una relación normal pese al divorcio» ha declarado en el juicio y añadió que a partir de julio de 2010 empezó a notar varios síntomas en el niño como pesadillas, rechinar de dientes o enuresis nocturna. Además, en el colegio también le indicaron que sufría falta de atención por lo que decidió llevarlo a una consulta psicológica que lo trató durante varios meses.

Fue tras una de esas sesiones, «mas largas de lo normal» según la madre, cuando la otra procesada le explicó que durante un test su hijo había verbalizado unos presuntos abusos por parte del padre. «Es lo peor que me ha pasado en la vida», ha relatado María A.H. quien aseguró que se quedó sin reaccionar y tuvo que recibir asistencia médica. A preguntas de la acusación particular, que ejerce el letrado Joan Carrera, explicó que en ningún momento «encargó» un informe a la psicóloga y que tras el archivo de la denuncia contra el padre quiso que su hijo volviese a tener relación con él «de forma paulatina» ya que el menor sufría mucho cuando debía verse con su progenitor. Además, detalló que acudió a los Mossos tras hablar con la psicóloga y enterarse que ella «tiene la obligación de denunciar como profesional» y que en ningún momento aleccionó al menor sobre lo que debía de decir ante los peritos judiciales. La madre también explicó que nunca le preguntó a su hijo sobre los síntomas que padecía ya que lo atribuía al proceso de divorcio.

Fuente: elmundo.es

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