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Os compartimos un ejemplo de como un whatsapp manipulado puede traer de cabeza aun juzgado.

Argentina – La aparición de una aplicación para celulares que sirve para crear conversaciones falsas de WhatsApp está poniendo en alerta el trabajo de la Justicia. Se trata de Whatsapp Fake, una suerte de juego que ya apareció en las oficinas fiscales como prueba apócrifa en temas tan sensibles como la violencia de género.

Las capturas de pantallas de los chats son tomadas, en primera instancia, como una prueba válida para iniciar una denuncia y comenzar una instrucción formal.

La herramienta es gratuita y se puede bajar desde cualquier smartphone. Una vez disponible, la app permite crear el perfil del presunto agresor y armar una conversación desde el mismo teléfono. Incluso, habilita a poner una fotografía del posible atacante para que la fantasía sea más creíble.

La línea para determinar si se trata de un diálogo falso o verídico no es fácil de dilucidar, y desnuda las debilidades del sistema judicial. Para hacerlo, hay que apelar a un informe de la misma empresa para corroborar si el diálogo existió o no.

El tema cobra mayor trascendencia si se tiene en cuenta que los mensajes de texto, las capturas de pantalla de Facebook y de Whatsapp ya son utilizadas para verificar el potencial riesgo al que puede estar sometida una víctima de violencia de género.

“Nosotros ante la denuncia de la víctima actuamos. Puede ser un testimonio oral o una conversación en este formato, luego las pericias y la encuesta social nos clarifican si estamos ante un caso de maltrato o no”, manifestó Carlos Torres, a cargo de la Fiscalía 1 de Capital, quien opinó, “si es falso, se cae la denuncia al poco tiempo”.

Rodrigo Gómez Torres, coordinador de la Comisión de Derecho Informático del Colegio de Abogados, indicó que “la aplicación en sí no tiene fines delictivos, pero puede ser utilizada para hacer mucho daño”.

Gómez Torres ejemplificó que de igual forma como se crean perfiles de Facebook falsos, o correos electrónicos para hacer armar acusaciones, “de la misma manera puede darse con esta app”. Y añadió, “con la gravedad que Whatsapp no tiene oficina en la Argentina para pedir informes sobre la autenticidad de ese chat”.

El profesor de derecho de la Universidad Nacional de Cuyo concluyó que “el sistema judicial no está preparado, ni tampoco los procesos, para detectar a tiempo lo que puede ser un engaño, en ese caso se prosigue con las actuaciones hasta tanto avancen las pericias u otras medidas”.

Por su parte, Jorge Chaves, abogado y especialista en prevención de la violencia tecnológica explicó que la tendencia mundial que se está dando con estas aplicaciones para Android es “que la actuación de quien crea un perfil de este tipo, sea cada vez más anónima y no deje rastros”.

“Todo esto se agrava, si lo ponés en el contexto del trabajo de la Justicia que tiene sus urgencias, que ya están tapados de trabajo y no tienen la estructura para descifrar si el chat es real o falso”, reconoció el especialista.

El experto analizó que el desafío que tiene por delante el sistema judicial es especializarse más en estos delitos y crear un fuero judicial independiente.

En la práctica, hoy las víctimas de violencia recurren cada más a la prueba digital, como los mensajes de texto, conversación de Watsapp y Facebook para iniciar una demanda o pedir protección.

“Actualmente hay juristas que ya están estudiando el tema de la violencia contra la mujer en las redes sociales y el chat no escapa a esto. Nosotros hasta ahora no hemos conocido hechos de falsas denuncias, en cuyo caso se tiene que determinar fehacientemente con peritos”, sostuvo Stella Spezia, titular de la Dirección de la Mujer del Poder Judicial.

Fuente: elsol.com.ar

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