Un grupo de ocho mujeres mantiene desde la noche del jueves una huelga de hambre para denunciar el maltrato, los asesinatos y reivindicar que la violencia machista es un asunto de Estado. Acampan en la Puerta del Sol de Madrid, donde recogen firmas para apoyar un manifiesto de 25 puntos que consideran clave para acabar con esta lacra.

«Que el Gobierno asuma que es necesario promover un gabinete de crisis que impulse un pacto de Estado para luchar contra la violencia machista», es su principal consigna, dice a EL MUNDO Gloria Vázquez, presidenta de Velaluz, en el interior de la caseta que esta asociación ha levantado en el centro de la plaza. Vázquez califica de «broma» la subcomisión sobre la violencia de género que iniciará este jueves sus ponencias. Desde la asociación piden la representación de mujeres maltratadas «porque en esta materia los políticos trabajan de oídas».

Como Martina, Virginia, Celia, Susana, Sonia, Patricia y Martina. Las otras siete mujeres que entre caldos, cafés y visitas a los sanitarios del Samur han abandonado su día a día para acampar a la intemperie del cielo de Madrid y denunciar la violencia en silencio que «se sufre en tantos hogares» y que ellas también padecieron.

Frente a su caseta, han dispuesto zapatos tintados de rojo y esquelas de mujeres que fueron asesinadas, en forma de símbolo de la paz.

Estas huelguistas enviaron a los principales partidos políticos el manifiesto para el que recogen firmas. El documento comprende distintas medidas para luchar contra la violencia machista, como protocolos que «garanticen la adecuada protección, blindar las mismas ayudas que a las víctimas de terrorismo o introducir la figura del feminicidio», esclarece Vázquez, mientras ella misma trata de aclararse tras varias noches sin probar bocado y un fin de semana de lluvias que no ha jugado a favor de estas ocho mujeres. Pero no recibieron respuesta de ninguna formación.

La protesta sí está teniendo un gran apoyo de la gente, corrobora la presidenta de Velaluz. Son pocos los que pasan sin inmutarse frente a este «símbolo de la paz» tintado de color sangre. La mayoría que se acerca a preguntar, firma. Los hay que también dan las gracias. Y hay viandantes que hasta prometen que volverán «esta noche con unas mantas y caldo para todas».

Para este martes, a las 18 horas, han convocado una concentración bajo el lema «Todas a Sol», explica Vázquez. «Nuestra acampada es indefinida», defiende, y explica que tienen un permiso de «quince días del ayuntamiento, prorrogable a un mes». Pero dice que no se marcharán hasta ser escuchadas o «hasta que nos asesinen a nosotras también».

Fuente: elmundo.es


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