sexting a menores

Un juzgado de San Sebastián ha condenado a un fotógrafo aficionado que realizaba trabajos para clubes deportivos de Gipuzkoa a penas que suman cuatro años y seis meses de prisión por tres delitos de corrupción de menores. El acusado se hizo pasar en las redes sociales por una joven adolescente y mediante engaños convenció a varios chicos para que posaran ante el ordenador o le enviaran vídeos de contenido sexual grabados por ellos mismos. En la vista celebrada ante la magistrada titular del Juzgado de lo Penal número 5 de Donostia, el ahora condenado se conformó con la petición de penas solicitada por el ministerio público que en el proceso ha estado representado por Jorge Armando Bermúdez, fiscal especializado en delitos informáticos.

Los hechos que han sido objeto de este proceso tuvieron lugar entre los años 2007 y 2011, un periodo en el que el acusado realizaba labores de fotógrafo aficionado para diversos clubs deportivos del territorio. La resolución precisa que «bajo esta tapadera», el investigado aprovechaba para establecer contacto con varones menores edad «con los que pretendía satisfacer su interés libidinoso».

Adolescente de 15 años

Para ello, el encausado procuraba hacerse con diversos datos de los contactos de los menores, tal como emails, mensajería instantánea «a fin de localizarles por internet» para posteriormente comunicarse con ellos bajo «identidades supuestas».

La sentencia relata que entre diciembre de 2010 y febrero de 2011 el acusado se conectó a internet desde un ordenador situado en una vivienda que pertenecía a su abuela ya fallecida. El texto judicial indica que el acusado usaba frecuentemente este domicilio como «centro de sus actividades», desde el que se conectaba a través de una línea telefónica suscrita con la compañía Euskaltel que estaba a nombre de su difunta abuela.

Durante estas conexiones, según se recoge en la resolución judicial, el acusado usaba una cuenta de correo electrónico con una dirección que él mismo había creado. Dicha cuenta figuraba a nombre de una adolescente de 15 años. Se trataba de una identidad que el acusado utilizaba «para hacerse pasar» por una chica menor de edad y así «engañar» a los varones también menores «a los que pretendía acercarse».

En los enlaces a la red, el acusado se servía de dicho correo electrónico para acceder al sistema de mensajería instantánea MSN Messenger, desarrollado por Microsoft. A través de este mecanismo contactó con un chaval de 15 años. La resolución detalla que el inculpado, con su falsa identidad de adolescente, mantuvo conversaciones de «alto contenido sexual».

Excitar al menor

En la sentencia se añade que mediante estas sesiones de chat, el acusado buscaba excitar al menor «haciéndole creer que podría mantener relaciones sexuales con la inexistente chica. De esta forma, a través de este engaño el acusado consiguió convencerle para que le enviara fotografías y vídeos realizados por el propio menor en los que este mostraba sus genitales y se masturbaba frente a la cámara».

Este primer caso dio lugar a un primer procedimiento penal por el que el acusado ya fue condenado en septiembre del pasado año por el Juzgado de lo Penal número 3.

Sin embargo, la posterior investigación policial y judicial que se inició a raíz de este primer hecho delictivo, dio lugar a que se practicaran entradas y registros tanto en el domicilio de la abuela como en el suyo propio, donde se ocuparon diversos dispositivos de almacenamiento de material.

Fuente: diariovasco.com

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