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Una asturiana está «en riesgo extremo» de ser asesinada por su maltratador. Por ello cuenta con protección policial. Y es la única. Porque las otras 1.144 que, según el Ministerio del Interior, son víctimas actuales de maltrato en la región están fuera del nivel máximo de alerta. El que marca el sistema de vigilancia integral de casos de violencia de género, conocido como VioGen. De acuerdo a sus parámetros, solo otras dos asturianas alcanzan el ‘riesgo alto’ de ser atacadas, mientras 70 tienen una alerta ‘media’. La mayoría, 768, son calificadas como riesgo ‘no apreciado’ y otras 304 se quedan en ‘riesgo bajo’.

«Sin embargo, muchas de las asesinadas en los últimos años fueron calificadas como caso leve, está claro que el sistema no es el adecuado». Así lo explicó ayer el criminólogo y catedrático de Derecho Penal Javier Fernández Teruelo durante su charla en el aula magna de la Facultad de Derecho. Dentro de las jornadas sobre violencia sexista, organizadas por la Alianza Progresista Estudiantil, Fernández Teruelo repasó para sus alumnos las 16 cuestiones sobre las que se pregunta a las víctimas durante su evaluación del VioGen.

«Son cuestiones que debe responder una mujer que llega en una situación vulnerable, tras una agresión que no es la primera, sino la gota que colma el vaso. Sus respuestas se meten en un programa que determina su grado de riesgo».

Si esa decisión algorítmica no le convence, mucho menos lo hacen las preguntas a que se enfrenta la mujer. «¿Tiene lesiones? ¿Ha sufrido violencia sexual? ¿Tiene él rasgos suicidas? ¿Bebe o consume drogas?… Son preguntas que o no puede contestar bien una víctima absolutamente anulada o que van encaminadas a dar una justificación para el comportamiento del agresor».

Nuevo VioGen

Autor del libro ‘Análisis de Feminicidios de Género en España 2000-2015’, en el que examina cada uno de los mil asesinatos cometidos en quince años, tiene claro que, «aunque hemos mejorado mucho, lo que hay no funciona. Al agresor no le importan las medidas legales con que se le amenazan, porque el 28% se suicida o lo intenta y, el resto, confiesa. No tiene miedo».

En esa línea, mostró su preocupación por los cambios que ha introducido el Ministerio del Interior en un sistema implantado en 2007 y que «ha demostrado su ineficacia». Se refiere al nuevo Viogen, de 39 preguntas, «que el Ministerio del Interior está testando en algunas comunidades. De momento, desconocemos las preguntas, pero si se sigue sin contar con el agresor, de poco servirá». Porque, insistió, «es un problema estructural: Hay machistas no violentos, pero todos los violentos son machistas».

Fuente: elcomercio.es

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